Hacienda inspecciona sin descanso los despidos de los últimos cuatro años no prescritos porque considera que empresas y trabajadores pactan salidas e inflan salarios con el fin de no tributar. Vigila los despidos individuales de forma masiva y empieza a cuestionar los pactos y bajas incentivadas en los ERE. Así lo explican fuentes implicadas en este proceso. EXPANSIÓN ha tenido acceso a citaciones y actas de la Inspección.
El Fisco cuestiona la exención en los despidos que no han pasado por conciliación ni por los tribunales aunque la empresa o el trabajador aleguen que son improcedentes. También investiga que el cálculo de la cuantía exenta esté hinchado y que la parte no exenta disfrute de la reducción del 40% por ser una renta irregular. Las sanciones que impone la Inspección llegan hasta el 150% de la cuota. En ocasiones, Hacienda se dirige a la empresa, el caso más habitual; en otras, al trabajador, dado que puede estirar el proceso un año más porque éste declara el despido en la Campaña de la Renta del año siguiente.
El Fisco incluso inspecciona indemnizaciones que exceden el tope legal pero por las que se tributa por completo. Es decir, que para Hacienda, aunque se tribute, el que se pague una indemnización cuantiosa ya es signo de pacto y, por lo tanto, de despido o indemnización dudosa y cuestionable, en la que discutirá la reducción del gravamen por renta irregular. «Una indemnización alta es signo de una inspección segura», remacha.
La campaña de Hacienda contra el despido se debe a «motivos recaudatorios». El Fisco se dirige sobre todo a despidos individuales, constata, pero «hay signos inquietantes de que puede empezar a dirigirse contra los ERE por considerar que hay un acuerdo individual con los empleados que se acogen voluntariamente», alerta, lo que a su juicio sume a las empresas en la «inseguridad jurídica». Es decir, que se cuestionanERE que cumplen los requisitos de pérdidas económicas que establece la reforma laboral.
Otro de los aspectos que analiza el Fisco intensamente son las prejubilaciones y constatan que Hacienda también está cuestionando masivamente despidos de directivos y administradores.